No quiero que os asustéis. No es el propósito de este post… aunque creo que es algo inevitable cuando empecéis a bajar y a ver las terribles fotos que os quiero enseñar. Esta vez no es un post inspirador, lleno de cosas bonitas y de estancias luminosas con complementos coloridos. Qué va…
Hoy quiero enseñaros el «antes» de nuestro nuevo piso. Ese que ahora está lleno de obreros picando, haciendo rozas y alisando paredes, ese que estoy como loca por estrenar y empezar a meterle mano con papeles de pared bonitos, láminas chulas y nuestros muebles…. eso que convierte un espacio en un hogar.
Aunque parezca una cueva horrible, este piso me enamoró a primera vista. Estaba en un sitio genial, justo donde queríamos estar, con una luz increíble, con terraza y además unas vistas agradables a un espacio silencioso. Lo tenía todo.
Ahora… necesitaba un cambio. Lo pedía a gritos. Y si no… echad un vistazo y me decís. ¿Qué os parece?
Desde luego soy consciente de que todos los trastos, cables y agujeros en la pared no ayudan a pensar que esto puede ser un espacio bonito y agradable. No os quiero contar cómo cambió todo cuando conseguimos que nos vaciaran la casa. Eso si que fue un antes y un después en toda regla.
Una de las faenas que nos encontramos es que habían cubierto toda la tarima con corcho. Toda la casa estaba cubierta con planchas pegadas con goma imposibles de levantar. Además en esta casa es difícil encontrar una pared que tuviera menos de 20 agujeros con tacos de los gordos… y ni uno en linea (Esas cosas en las que nos fijamos algunas).
La cocina era quizá la peor parte de la casa. Todas las paredes habían sido cubiertas con papel vinilo sobre los azulejos, que faltaban en algunas zonas, y podías encontrar hasta 3 tipos distintos de pared una sobre otra. No hablaré del suelo, ni de las tuberías que se veían a través de desconchones en la pared, ni tampoco de los muebles taaan limpios que quedaron en la casa. Ahora eso sí, una cocina espaciosa, con mucha luz y que pedía a gritos abrir hacia el salón.
Los dormitorios tampoco quedan atrás: Mucha limpieza, cambio de suelos y arreglo de agujeros por todas partes. Uno de ellos ahora formará parte del salón y será nuestra nueva área de trabajo, ya que en los próximos meses tendré que trasladarme de nuevo a casa.
Entiendo que ahora mismo sólo veáis el caos, pero os aseguro que tengo en mi cabeza algo mucho más agradable y apetecible, y estoy como loca por ir enseñando los avances.
Ahora mismo está algo más avanzado, pero ya os enseñe en Instagram un pequeño detalle de las obras. Cuando entramos en la casa a media mañana y vimos el hueco abierto no nos podíamos creer la luz que entraba, y es que desde luego es algo imprescindible para mi. Vamos, que no me aguanto ya, deseando estoy de mudarme.
¿Qué os parece??? 😀
4 respuestas a “Deco: El «antes»”
Síiii si por favor! tengo muchísimas ganas de ver cómo le has metido mano y cómo lo transformas. Sin duda es un reto!! Esperamos la próxima entrega! 😀
Conociéndote va a quedar increíble! deseando ir viendo los avances. Y si, para mi la luz es primordial!
Se ve que hace falta trabajo pero va a quedar de fábula, seguro 😉
Si tienes claro lo que quieres, sólo es cuestión de tiempo.
Yo veo mucho espacio, mucha luz… Y mucho trabajo! jajajaja Entiendo perfectamente que tengas ganas de meterle ya mano con papeles, muebles y decoración! Estoy deseando verlo 😉 Y un antes/despues de planos!!