El tiempo vuela.
Y eso que cuando dices 9 meses parece una eternidad. Y es verdad.
Recuerdo el día en el que supe que estaba embarazada como si hubiera sido hace un siglo.
No soy capaz de recordarme a mi misma por aquel entonces, con esos vestidos veraniegos marcando cinturita y con unas ganas locas de ver como iba desapareciendo poco a poco.
Parece que hace un siglo, en otra vida quizá, cuando aun eramos dos, en aquella casa antigua de alquiler, donde creíamos que nos sentíamos como en casa.
Casi un año después, una obra y una mudanza ahora somos 3.
Madre mía lo que cambian las cosas en tan poco tiempo (o en tanto, según se mire).
Y ahora es cuando caigo que en todo este tiempo no había pasado por aquí, y que aunque en Instagram os he ido enseñando un poquito de nuestro nuevo día a día no podía dejar de presentaros a Lucía. Esta peque que crece y estira por momentos nos tiene embobados y felices, muy felices. (y babosos, muy babosos)
Y claro, con todo esto no os he enseñado mis avances con las labores, ni el proceso de la obra de casa, ni tampoco el después… vamos, un desastre que espero remediar dentro de nada.
Una nueva etapa comienza. Ou yeah!
3 respuestas a “”
Ayer precisamente estuve un ratín hablando con Nachete y me acordé de que tenías esto muy abandonado, que hacía siglos que no recibía alertas de entradas nuevas… Me alegro de verte de nuevo por aquí. 🙂
Disfruta de esta nueva etapa todo lo que puedas, que luego el tiempo vuela y casi no nos damos cuenta. Bienvenida al club de las madres embobadas 😉
Re-bienvenida, jajaja, eso lo del abandono de los blogs creo que nos pasa a casi todas 🙂 Enhorabuena!