Como en casi todos los bautizos, siempre hay muchos niños en la celebración. Así que desde el principio se pensó mucho en ellos. Una mesa independiente destinada sólo a los más pequeños, donde además de comida especialmente divertida había un montón de chucherías y caramelos preparados en botes de cristal, para que ellos mismos se sirvieran lo que quisieran.
El resultado fue estupendo, todo salió como estaba previsto, y además podemos decir que disfrutamos muchísimo planeando, montando,colocando, y dejándolo todo así de bonito y especial.