En casa del herrero

Sí, lo sabéis. Hace ya 5 meses que nos cambiamos de casa. Empezamos fuerte porque tuvimos unos días ajetreados a finales de agosto haciendo reformillas, pintando, poniendo suelo… lo pillamos con muchas ganas, con ganas de estrenar nuestra nueva casa.

Pero llegó septiembre y con él la vuelta al trabajo, y ¡Qué vuelta! y ahí se quedó todo… esperando. Sacando ratitos de aquí y allá para rematar cosas, apañar otras, pero tengo que confesar que hasta ayer por la tarde no tuve tiempo de coser cortinas, y sí, ya puedo decir que ¡Tenemos cortinas en la cocina! Yuhu! (Si mamá, ya he quitado esos trozos de tela enganchados con alfileres que nos daban un poquito de privacidad)

Superkitina blog

Supongo que es por eso que hoy estoy contenta y animada, y con estos maravillosos 13 grados que tenemos en la calle me han entrado ganas de abrir el balcón y respirar, lo que me ha dado ocasión para darme cuenta que tengo muy olvidaditas a mis queridas plantas. Antes salía cada mañana a la terraza a mirarlas, colocarlas y mimarlas, pero ahora ya las pobres se han emancipado y viven su propia vida…. No las culpo, las pobres no tuvieron más remedio.

Superkitina blog plantas en el balcón

Aun así, con todo y con eso, tengo que decir que estoy encantada con nuestra nueva casa. No sé cuál es la razón que hace que un lugar te resulte «hogar» y otro no, pero este es confortable, agradable, y me encanta… aunque tengamos aun pegotes de pintura que limpiar, cables que esconder, trastos que tirar y cuadros que colgar (ni uno señores, no he colgado ni uno, ahora ideas no me faltan). Aunque eche de menos la súper terraza y las vistas, creo que ya no me acuerdo para nada de aquello  ( y menos aun cuando entro por la puerta helada de frio y la maravillosa calefacción central me da una bofetada de bienvenida sin tener que haber enchufado y programado los radiadores previamente) (de verdad, lo amo).

Superkitina blog

Aquí arriba el detalle de las puertas que me enamoraron nada más entrar en la casa la primera vez, aun con los churretes de pintura con los que venían y que por cierto ahí siguen. Ya les estoy cogiendo cariño.

Superkitina blog

En fin, sea como sea, cables por medio y restos de pintura aparte, me gusta. Me encanta. Póngame dos.

4 respuestas a “En casa del herrero”

  1. Es que tu nueva casa es muy «hogar». tiene encanto, es chiquita pero espaciosa a la vez y le habéis sabido dar la vuelta que necesitaba para ser vuestra al cien por cien. Estoy deseando volver por allí, oiga ! 🙂

  2. que ganitas de ver más! 😀
    yo ya llevo 1 año y tampoco he colgado ningún cuadro… aunque en teoría tampoco nos dejan hacer agujeros, pero bueno, ya he hecho unos cuantos XD
    Pues nosotros necesitamos un piso más grande, pero el perder la terraza me echa para atrás… ains es que es tan genial tenerla, encima es un piso tan luminoso y que por poco sol que salga le da de lleno, que este invierno hemos puesto la cale solo 1 día! por lo menos otro añito más de disfrutarla y después tendremos que ir mentalizándonos para mudarnos de nuevo…
    besines guapa!

  3. Ains, me encanta a mí también. Cualquier día te traigo a mi casa para que me hagas un estudio a ver cómo puedo aprovechar mejor el espacio y esas cosillas. 😉

Replica a Paula Cancelar la respuesta